Le sale la infancia
por las manos,
por las muñecas,
por la flexura de los codos.
Mirada encerrada en el cuerpo
ceguera emplumada
de pájaro delgado,
como viento que acaba.
Es poeta,
y finge ojos por centenas,
peces impecablemente húmedos
que le ensayan los sueños.
Eternidad es agua.
Uhh, locooo soberbio Blog!!!
ResponderEliminarMuy buenos el texto y la imagen, Maurucho!
Nos vemos por la tarde,
Besooo